Kiko Matamoros y Makoke ya pueden decir que están divorciados

Tras varios meses de enfrentamientos por los platós de televisión y por las principales revistas del papel couché de nuestro país, parece ser que Kiko Matamoros y Makoke ya no son marido y mujer de manera oficial.

Fue el pasado agosto cuando su relación, que ambos hacían ver como ideal y envidiable, saltaba por los aires y desataba todo un huracán mediático, que podría estar cerca de su fin.

Según afirman desde la revista Semana, tras varios meses negociando y atando bien todos los cabos de su divorcio, la que fuera pareja durante más de dos décadas habría llegado por fin a un acuerdo y lo habría materielizado mediante la firma del divorcio por ambas partes.

Este mismo medio asegura, además, que la rúbrica de los documentos que disuelven este matrimonio de poco más de dos años de duración, se produjo el pasado 7 de febrero en una notaría situada en la calle Concha Espina de Madrid.

Ahora, tanto Kiko como Makoke pueden continuar definitivamente sus vidas por separado y ya solo les una su única hija en común, Anita Matamoros, quien, a pesar de estar estudiando fuera de España, ha vivido muy de cerca la polémica surgida a raíz de la separación de sus padres.

LOS FRENTES ABIERTOS DE KIKO MATAMOROS Y MAKOKE

Pero los problemas de la pareja no terminan aquí y es que, ambos continúan teniendo individualmente varios frentes abiertos. Las relaciones que habría mantenido la ex azafata delTelecupón con el actor de Hollywood, Brad Pitt, y con el cantante internacional, Julio Iglesias, siguen dando mucho de que hablar y su amistad con Tony Spina, su compañero de concurso en Gran Hermano VIP, cada vez es más cercana e íntima, a pesar de que ambos implicados se empeñan en negar públicamente lo evidente.

Por su parte, las aguas entorno al representante de famosos tampoco andan demasiado tranquilas, sobre todo desde que Kiko hiciera pública su relación con Cristina Pujol, una joven manchega con la que el colaborador de Sálvame confesaba estar de nuevo ilusionado.

Sin embargo, lo que para Matamoros era una nueva ilusión se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza y es que, desde el mismo día que lo hizo público, su relación no ha estado exenta de polémica.