Carmen Cervera visita la Agencia Tributaria y permanece allí horas junto a sus abogados

Varias horas pasaron Carmen Cervera y sus abogados en la sede central de la Agencia Tributaria en Madrid, donde evitaron entrar por la puerta principal. Lo hicieron cuando los funcionarios normales ya habían abandonado su puesto de trabajo.

En las negociaciones que Carmen Cervera mantiene con el Gobierno español para dejar sus cuadros de su propiedad en España, quiere que Hacienda acepte la condición que en su día y según ella afirma pactó verbalmente Mariano Rajoy, entonces ministro de Cultura, por la que se reconocía a la baronesa disfrutar de un régimen fiscal fuera de España.

Tanto ella como su hijo tienen y tenían pasaporte suizo y residencia en Andorra, pero Cristóbal Montoro les reclama ahora los impuestos que no han pagado en estos últimos años. Hacienda argumenta que vivían más tiempo en España que en Suiza o en Andorra.

La baronesa negocia contra reloj con el ejecutivo y con Hacienda la permanencia de su colección privada en España, cedida gratuitamente desde hace años sin que hayan podido ponerse de acuerdo para un contrato de alquiler que la baronesa quiere que sea por 20 años renovables. De esta forma aseguraría el futuro de sus tres hijos, Borja, que no trabaja, y las gemelas Carmen y Sabina, que este verano cumplen 11 años.

Llama poderosamente la atención que la viuda del barón Thyssen asegure que tiene problemas de liquidez inmediatos y que puede verse obligada incluso a alquiler su casa de Marbella. Carmen confiesa que paga 500.000 Euros al año sólo de impuestos y que no tiene ingresos, ni rentas, sólo gastos.

En 2012, Tita vendió por 30 millones de Euros, La esclusa, del paisajista inglés John Constable, y se desprendió también de una valiosa tela de Childe Hassan, aunque se desconoce cuánto le pagaron por el cuadro.

Su arma de presión más poderosa frente al Ministerio de Cultura, es la amenaza de vender Caballos de carreras en paisaje, una bellísima obra de Degas por la que le podrían ofrecer más de 30 millones de Euros.

La colección privada de Carmen Thyssen es una de las más potentes en obra impresionista, cuadros de los que carecen los museos públicos españoles. La última baza de la baronesa frente al gobierno español, sería vender el Mata Mua de Gauguin, el cuadro más querido de su difunto marido, y por el que un coleccionista pudiente pagaría una cantidad incalculable.

Entre las ofertas que tiene Tita para vender su colección, en el caso de no llegar a un acuerdo con España, está la de la Rusia de Vladimir Putin, que podría ofrecerle un cheque en blanco por llevar sus cuadros a Moscú.

Abajo, 'Caballos de carreras en un paisaje', de Edgar Degas, pastel sobre papel de 1894.