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Gigi Sarasola y Sara Incinillas esperan su primer hijoGigi Sarasola y Sara Incinillas esperan su primer hijo

La familia Sarasola está de enhorabuena. A los dos hijos del matrimonio de Kike Sarasola y Carlos Marrero, nacidos por gestación subrogada, podría añadirse dentro de unos meses, el niño que estarían esperando Fernando Sarasola, más conocido como Gigi, de 51 años y Sara Incinillas.
La novia del empresario y antiguo jinete olímpico está embarazada, según ha podido saber Informalia de amigos de la pareja, que visitó la pasada edición de ARCO. Sara y su amiga Carmen Panadero han creado una consultoría de arte llamada Huntress of Art en la que están volcadas como buenas conocedoras de ese mundo. Aparte de la popularidad de su padre, Enrique Sarasola, ya fallecido, un empresario singular,íntimo amigo de Felipe González, Gigi Sarasola tuvo su momento de gloria social como primer novio de Penélope Cruz a finales de los años 90, con permiso de Nacho Cano.
En aquel momento él tenía más peso social que Penélope, aunque la película La niña de tus ojos que hizo poco después, le dio un enorme empuje a su carrera y a su nombre.
Después de esa etapa de soltero de oro, Gigi se casó hace 10 años con Teresa Astolfi, Tita, veinte años menor que él. Una aristócrata sevillana, de belleza espectacular, que estudió Derecho con notas muy brillantes y emprendió una carrera importante en la Comunidad Europea.
Ahora trabaja en el gabinete del portavoz del PP, Rafael Hernando. La boda con Gigi se celebró por todo lo alto en la finca de los Sarasola en El Espinar, Segovia, pero el matrimonio no duró ni dos años.
Gigi volvió a figurar en la lista de los solteros más codiciados hasta que apareció Sara Incinillas, la mujer definitiva que ahora podría hacerle padre.
Los hermanos Sarasola están distanciados desde hace tiempo y tampoco comparten negocios. Con la cadena de hoteles Room Mate, Kike es ya uno de los más emprendedores más importantes el sector. Gigi hace negocios con América Latina.
La madre de los Sarasola, María Cecilia Marulanda (en la foto), una colombiana de la alta sociedad de su país, había perdido la esperanza de volver a ser abuela, pero su hijo, el play boy de la familia, ha sentado la cabeza. Y esta vez va en serio

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