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"Mario Biondo solo pudo morir asesinado": un criminólogo refuerza la hipótesis de la familia del marido de Raquel Sánchez Silva

Fue justo hace cuatro años: el 30 de mayo de 2013. Desde entonces, los padres y hermanos del cámara que estaba casado con la presentadora Raquel Sánchez Silva, fallecido en extrañas circunstancias en su piso de Madrid, no han descansado un solo día para tratar de saber la verdad. Hoy un experto citado por La Vanguardia afirma que "Mario Biondo sólo pudo morir asesinado".
La explicación de la Policía señalando el suicidio como causa de la muerte y el posterior archivo del caso por parte del juez nunca les valió. Nada menos que cuatro dictámenes de peritos independientes (Cugno, Milone, Iuvara y Cusimano) planteaban sin embargo la hipótesis del homicidio como la más probable e incluso la única posible.
Ahora llega el que puede ser definitivo: está firmado por el agente de los Mossos d'Esquadra Lluís Duque, especialista en Policía Científica e Investigación de Delitos, diplomado por el Institut de Seguretat Pública de Catalunya, profesor de Criminalística en la UdG y máster en Criminalística y consejero en Ciencias Forenses en la UAB, este nuevo informe pericial es tozudo: Mario Biondo sólo pudo morir asesinado.
Varios funcionarios de Justicia italianos viajaron a Madrid en dos ocasiones para interrogar a las personas del entorno más próximo a Mario ante las dudas sobre el siniestro que acabó con su vida, incluidas de nuevo su viuda, la empleada de hogar, el agente de la presentadora y el pariente a quien había acudido a visitar por un ingreso hospitalario, entre otras personas.
¿Qué ocurrió aquel 30 de mayo?
La Policía Municipal se presentó en el domicilio de la madrileña calle de la Magadalena a las 17:10 alertados por la empleada de hogar, quien halló el cadáver. Media hora después llegan los dispositivos del SUMMA 112 y, a continuación, el médico forense. La Policía española no observó motivos para considerar la hipótesis del homicidio, ni tan siquiera como una posible vía de investigación. El asunto fue cerrado con celeridad tras tomar declaración a la viuda (la presentadora Raquel Sánchez Silva), la empleada de hogar y una vecina. No hay crimen, no hay caso.
Para la familia de Mario, sin embargo, las cosas no estaban tan claras. Iniciaron una nueva investigación: solicitaron la exhumación del cuerpo de Biondo, una segunda autopsia y el dictamen de distintos peritos. Gracias a su iniciativa, la fiscalía de Palermo abrió un expediente para investigar la muerte y revisar de nuevo todas las pruebas realizadas por el equipo español.
La justicia española no ha aceptado los requerimientos de la familia para reabrir la causa: el juez se remite al informe forense. No existe formalmente una causa que reabrir. Pero la fiscalía de Palermo está a punto de archivar el caso, ya que las conclusiones del forense Paolo Procaccianti es que Mario estaba bajo el efecto de las drogas y el alcohol en el momento de su muerte y se suicidó. Ante los tribunales de Justicia de la ciudad italiana, este martes se manifestarán familiares y amigos de los Biondo, para pedir que la muerte de Mario no sea olvidada.
En directo, el programa La vita in diretta de la cadena pública RAI 1 conectará para dar paso después a un reportaje especial sobre los cuatro años transcurridos desde que murió Mario.
"Nos lo han colgado"
Lluís Duque, que ha podido estudiar al detalle todos los dossieres que obran en poder de la fiscalía de Palermo, se ha planteado las mismas dudas que el profesor Maurizio Cusimano, experto en balística e informática, que presta servicio en los Tribunales de Livorno, Foggia y Brescia (Italia), tal como avanzó La Vanguardia.
Las conclusiones son las mismas: el cadáver de Mario aparece suspendido de una estantería metálica del salón, de la que cuelga por una pashmina: ¿por qué no ajustar por completo el pañuelo al cuello? ¿Por qué no atarlo a una altura superior? Se trata de un lazo ancho (de tela suave, no abrasiva), que ni tan solo roza la nuca de Mario, y no se observa un cuadro clásico de muerte por asfixia: no hay congestión visceral, no hay hemorragias petequiales. Por el contrario, la abrasión que presentaba el cadáver no puede deberse al peso del cuerpo: "La afectación es sublaríngea y por debajo del hueso hioides, aspecto improbable por la sola acción de la gravedad. Cualquier alumno de un curso de formación en Policía Científica sabe que cuando aparece un suicida por ahorcamiento con el lazo por debajo del hioides, podemos inferir que 'nos lo han colgado', afirma Lluís Duque al rotativo barcelonés que adelanta los últimos datos de la investigación.
Maurizio Cusimano reconstruyó informáticamente la escena en la que fue hallado el cuerpo de Mario Biondo. Ahora, Lluís Duque confirma su tesis. Uno de los gráficos aportados al dossier por el profesor Cusimano demuestra que Mario Biondo no se ahorcó con la pashmina.
Lluís Duque ha estudiado también las fotografías de la autopsia. En ese sentido, señala lo siguiente: "Con total nitidez se muestra un surco en torno al dorso de su cuello, lo cual para quien subscribe resulta contundente y concluyente la participación de terceras personas, ya que por un lado, tal y como se ha podido comprobar en el presente dictamen, en ningún caso había presión sobre esta zona mediante el lazo-pañuelo encontrado alrededor de su cuello en la escena del crimen".
Terceras personas. Crimen, no suicidio
Como viene sosteniendo su familia, Mario no habría muerto por su propia mano sino por intervención directa de otros. Es más, tras la exhumación del cuerpo 'que fue embalsamado' para serle practicada una segunda autopsia, ya en Italia, se observó un hematoma en el cerebro. El hecho no pasa desapercibido para Duque. Al contrario: "Mario Biondo estaría recostado horizontalmente, posiblemente girado sobre su costado derecho, mirando hacia la mesilla. En esta posición habría recibido el impacto de un objeto indeterminado, aunque pesado, romo y de amplia superficie de contacto y de plano de impacto. Esto le hubiera provocado el hematoma subdural localizado en la práctica de la necroscopia en Italia después de la exhumación".
Con todo ello, el dictamen recogido en La Vanguardia y que firma este experto español, concluye que las cosas se hicieron mal. Muy mal. Y no solo por ese inadmisible descuido que en lenguaje jurídico se califica como negligencia, sino por un falseamiento doloso "esto es, a conciencia" del contenido del informe forense que se remitió al juez en aquellos días. Tan simple como esto: el atestado reza que el cráneo fue abierto cuando no lo fue. Hay mucho más: Duque señala que los agentes no llevaron a cabo la preceptiva inspección ocular técnico-policial; un reportaje fotográfico completo; búsqueda iofoscópica; planimetría y acta de Inspección ocular e informes derivados, entre otros deberes. Según este policía y experto criminalista, el médico forense español cometió una gravísima negligencia.
El peritaje de Lluís Duque coincide punto por punto con lo que la familia ha sostenido durante los últimos tres años: "Mario Biondo está en su domicilio, en pijama y posiblemente tumbado en el sofá del salón (posición de piernas y pies). Hay alguien más con él que tiene que ser de su total confianza (está cómodamente estirado en pijama en el salón de su casa). Por motivos desconocidos, Mario recibe un impacto en la cabeza que lo deja aturdido y/o posiblemente inconsciente (hematoma subdural entre frontal y parietal izquierdo). Su agresor o agresora, de frente a él (surco único por detrás), le coloca un lazo que en alguna de sus partes se divide en tres (tres marcas laterales) y con una parte más ancha que queda por encima del hueso hioides (marcas geométricas cruzadas), lo entrelaza sobre sí mismo para constreñir el cuello de Mario, el que no ofrece resistencia y al que le provoca la muerte.
Para enmascarar el homicidio, por parte del autor o autora, se prepara el escenario de un presunto suicidio. Para ello se anuda el lazo-pañuelo precisamente a esa altura en el mueble-librería del mismo salón que resulta más fácil colocar el cuerpo en ese lazo holgado (en el supuesto de que fuera un único atacante) y no más alto, como sería de esperar en una acción suicida.
En opinión del experto criminalista español, "el supuesto homicidio tiene connotaciones premeditadas y pasionales, ya que se lleva a cabo en un entorno íntimo, esperando el momento adecuado de indefensión de la víctima y se ejecuta metódicamente".

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