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Una empresa de juguetes eróticos descubre en qué piensan las mujeres cuando se masturban

Un estudio sobre el tema llega a la conclusión de que pondera la imaginación sobre la pornografía
Aunque no todas las mujeres se masturban, las que lo hacen disfrutan más con la imaginación

Como informa ‘El Mundo’, un estudio ha llegado a nuevas y reveladoras conclusiones sobre la relación que mantienen las mujeres con su propia masturbación. En materia de sexo se han desarrollado numerosos ensayos en los que se ha indagado, entre otras cosas, sobre los gustos y preferencias sexuales y sobre los beneficios del sexo y la masturbación. El informe Hite, por ejemplo, desvelaba que había notables diferencias en las prácticas onanistas entre los dos géneros: las mujeres le dedican menor tiempo e interés a la masturbación, en comparación con los hombres. Sin embargo, el último estudio de la materia, realizado por la empresa de juguetes eróticos Lovehoney, aporta nuevas informaciones sobre que piensa ese porcentaje de mujeres que sí se masturba.
La compañía decidió contar para este estudio con 4.500 voluntarias, cuyas fantasías eran analizadas y estudiadas. Así se llegó a la conclusión de que el 60% de las mujeres que se masturba lo hace mientras se imagina distintos escenarios junto a su pareja actual. El pensamiento se vuelve cada vez más recurrente, cuanto mayor sea la distancia física entre la mujer y su ser amado, o cuando hace mucho tiempo que no se ven. El 48% de las mujeres encuestadas, por otro lado, ha confesado que fantasea de forma regular con situaciones en las que aparecen algunas de sus exparejas. El mismo estudio comenta que en un porcentaje residual se incluyen algunos escenarios más específicos relacionados con juegos de roles, sumisión, dominación y sadismo.

El estudio también ha descubierto que, aunque la imaginación vence al consumo de pornografía, el porcentaje de esta última tampoco es nada desdeñable. Alrededor del 25% y el 35% del total la emplean para masturbarse, aunque las cifras son muy inferiores a la de los hombres. Otras investigaciones, centradas justamente en este aspecto, han llegado a la conclusión que no solo los consumos son diferentes en cantidad y frecuencia, sino también en su intención: mientras que los hombres lo consumen sin premeditación; las mujeres lo hacen en situaciones puntuales y buscando en la mayoría de los casos un impulso para favorecer su excitación.
Las mujeres gustan de fantasear con sus actuales parejas o con antiguas

Ello implica que, mientras para el hombre es una finalidad en sí misma, para la mujer es la antesala del verdadero acto sexual, como forma de aprendizaje o como una simple manifestación de curiosidad. El ‘Journal of Sex Research’, de hecho destacaba que el porno que más consumen es el que no es directamente explícito, aunque también gustan de tríos, el sexo en grupo, sexo lésbico y penes grandes.

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