Mario Conde, tocado y hundido: pierde su paraíso mallorquín
Al final no ha podido ser. A pesar de que el el ex presidente de Banesto presentó un recurso para llegar a un acuerdo económico con el que 'recomprar' su propia finca y paralizar la subasta pública, ésta ha sido vendida por 4,2 millones de euros.
Mario Conde (68) debe despedirse de su paraíso mallorquín, el refugio en el que vivió sus etapa más bonita con su fallecida esposa, Lourdes Arroyo. La finca de Can Poleta de Pollença, en Mallorca, propiedad de Mario Conde, que salió a subasta en agosto por un valor de 3.923.117 euros, ha sido adquirida finalmente por un precio de 4,2 millones.
Can Poleta tenía un gran valor sentimental para Conde, cuya esposa falleció allí y en ella se refugió los primeros días de su libertad condicional tras abandonar, en agosto de 1999, la cárcel de Alcalá Meco, en la que había permanecido 17 meses. Fue precisamente su suegro quien compró Can Poleta: "Tenía 25 años. Me acababa de casar. Toda mi vida mis veranos transcurrieron en Galicia. Allí conocí a mi mujer, Lourdes Arroyo. Pues bien, después de casarme, ella y su familia, que nada tenían que ver con Mallorca, decidieron que el lugar ideal para pasar el verano eran estas islas. Mi suegro, el padre de mi mujer, gustaba de navegar y decía que aquí, en las aguas costeras de Mallorca, no hay piedras ni bajos ni mareas ni corrientes. Mi mujer estaba de acuerdo y como yo soy muy obediente con los que mandan bien y muy rebelde con los que mandan mal, que de estos hay bastantes, obedecí, porque mi mujer me mandaba muy bien", explicaba Conde en un pregón.
No es la única propiedad que podría perder Mario Conde. La jueza de primera instancia de Palma controla sus inmuebles de cerca, ya que la sociedad GI Beteiligung, que adquirió Can Poleta en 2002 y que está controlada por Conde y el que fuera su colaborador en Banesto, Arturo Romaní, es una de las empresas a través de las cuales ha repatriado sus fondos el ex banquero. Concretamente, 393.000 euros de los 130 millones de los que está acusado.
Mario Conde ingresó en la prisión de Soto del Real el pasado mes de abril, acusado de blanquear 13,06 millones de euros procedentes de delitos por los que ya fue condenado en los casos de Argentia Trust y Banesto. Su hija Alejandra también está imputada, considerada por el juez Santiago Pedraz como la coordinadora de la "organización criminal" encabezada por su padre.
Tan sólo dos meses antes de ser arrestado, el exbanquero había firmado su divorcio con María Pérez Ugena, dando por finalizada relación de seis años. Según publicó entonces el diario ABC, las actividades ilícitas de Conde y sus múltiples infidelidades habían sido los motivos de esta ruptura matrimonial que se llevó prácticamente en secreto.
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