Tamara Falcó gasta 3.000 euros en ir a buscar a su abuela a Miami
Tamara Falcó ha vuelto a demostrar su faceta solidaria con la gente mayor que necesita su ayuda. Si hace tres años Tamara viajaba nueve horas en autobús al santuario de Lourdes para ejercer de voluntaria con enfermos, ancianos, impedidos y peregrinos necesitados, en compañía de otros feligreses de su parroquia madrileña, hace unos días la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó se desplazó a Miami para recoger a Betty Arrastia, su abuela materna, de 94 años, que pasa temporadas en Florida con su otra nieta Chábeli.
En esta ocasión en lugar de autobús, Tamara viajó en un confortable asiento-cama de la clase business. Lo contaba ella misma en la fiesta que siguió al desfile de Jorge Vázquez en Cibeles. "Pidieron voluntarios en casa para ir a buscar a mi abuela, y me ofrecí yo", explicó Tamara con su sinceridad habitual. Tammy, como la llama su madre, celebró el pasado sábado en Madrid el 66 cumpleaños de Isabel Preysler en la intimidad familiar, junto a Ana Boyer y naturalmente Mario Vargas Llosa. Y el regalo más original de los que recibió Isabel fue el de su hija Tamara, de 35 años, que obsequió a su madre con una sopera en forma de calabaza, como si en la mansión de Puerta de Hierro de los Boyer Preysler no abundaran las vajillas de Limoges para arriba.
Y es que al parecer Isabel es muy dada a las sopas y purés de verduras, una afición que ha tenido en cuenta su hija. Tamara también cuida su dieta para tratar el problema de tiroides que le ha hecho engordar más de la cuenta, aunque sigue insistiendo que no le quitan el sueño unos kilos de más, si bien está cada vez mejor.
De la boda de su madre con el premio Nobel no habló esta vez Tamara, por el momento no hay matrimonio a la vista y por parte de Isabel, ninguna gana de casarse, por más que se lo haya pedido su novio peruano en más de una ocasión.
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