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Sebastián Palomo Linares: sus amores, sus hijos y otras cornadas


Era mediados del pasado año cuando el torero hablaba en exclusiva para Informaliasobre su último amor, la magistrada Concepción Azuara, y sobre lo bien que se sentía físicamente: "Creo que me he curado del todo gracias a no tener estrés, a la tranquilidad, a vivir feliz y contento". Ahora y después de pasar hasta en tres ocasiones por el quirófano, el también pintor ha muerto en Madrid.
A sus 69 años, aun era conocido como 'el rabo de Madrid', un distintivo que hacía referencia a la faena que Sebastián Palomo Linares culminó en la plaza madrileña de Las Ventas en 1972. El torero cortaba un rabo a un toro de 566 kilos de peso y se convertía en todo un fenómeno social, pues en Madrid era algo insólito desde hacía 37 años.
Tal fue su lanzamiento profesional que incluso apareció en una película dedicada a su figura y que protagonizaba junto a Marisol. Aquel chiquillo que planeaba ser zapatero acabó siendo todo un símbolo y figura en la época franquista.
Su primer amor por Teresa Cantalapiedra, pero la ex modelo colombiana Marina Danko le robó el corazón y tras ocho años de noviazgo, contrajeron matrimonio el 26 de abril de 1977 en la iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid. Tuvieron tres hijos, Sebastián, Miguel y Andrés. Su matrimonio estuvo condicionado por las deudas que ambos mantuvieron con Hacienda entre 1992 y 1997, época en la que él intentó paliarlas con múltiples retiradas y vueltas al ruedo.
Finalmente, el 31 de agosto de 2011, anunciaron su divorcio. Una separación polémica y dolorosa que les mantuvo en pie de guerra durante 5 años, en los que ella le llevó a los tribunales por impago de los acuerdos de su divorcio, algo que él negó recientemente: "No me gusta hablar de esto y no era verdad que no pagara a Marina. Yo me separé hace ya cinco años y creo que he sido muy generoso. Me duele que una señora que vive con un multimillonario, como así lo ha dicho la prensa, quiera vivir de mi dinero". La tensa situación del ex matrimonio afectó a su relación con sus hijos, que tomaron partido por su madre en su particular lucha.
Su salud, a pesar de que él siempre ha intentado aparentar normalidad, no ha sido excesivamente buena. En 1990 sufrió un grave accidente de tráfico y en 2008 sobrevivió a dos infartos.
Ahora vivía tranquilo y dedicado a sus dos pasiones: el arte y su pareja, la jueza Concha Azuara, con la que salía desde el 2013, con la que no descartaba una boda: "Estoy feliz y contento", aseguraba.

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