Belén Esteban se convierte en un cuadro de Picasso y conquista al público
La princesa del pueblo ha aparecido en el plató de Sálvame disfrazada y maquillada como un cuadro de Picasso. La dirección del programa de televisión tiene acostumbrada ya a su audiencia a disfrazar a los colaboradores por diferentes motivos: homenajes en días especiales o simplemente por hacer pasar un buen rato a sus espectadores.
El premio a los disfraces se lo lleva Gustavo, que ha sido el colaborador que más se ha disfrazado de todos, pero respecto calidad, posiblemente este disfraz de Belén Esteban es uno de los más trabajados hasta el momento.
Cada vez que un colaborador de Sálvame aparece disfrazado, Twitter se incendia y llueven los comentarios y juicios sobre el resultado. Al momento de aparecer Belén Esteban en plató ataviada como una completa mujer picassiana, las redes sociales se han desecho en halagos hacia los creadores del disfraz y es que, la caracterización denota que han tenido que trabajar mucho para llegar a obtener este gran resultado.
Peluca negra con mechas naranjas, verdes y azules y la cara perfectamente perfilada, todo ello sobre un fondo amarillo, emulando uno de los cuadros del artista malagueño. Uñas rojas y con un traje que podría haber servido de modelo al pintor, la madre de Andreíta ha reiterado en varias ocasiones que no se reconocía con ese atuendo. "Mamá, que soy yo" ha gritado Belén, y es que la de Paracuellos se ha quejado de que "no se le tomaba en serio" en sus intervenciones.
De hecho, en uno de los momentos del programa, Belén Esteban le ha recriminado a "su director" el disfraz que le ha hecho ponerse y le ha "amenazado" de que "se va a quedar sin ser el padrino de su boda", exclamaba entre risas. En un primer momento, la colaboradora ha llegado a tener un ojo de cada color, uno rojo y uno de su color natural, la verdad que en ocasiones, el realismo de su caracterización daba bastante impresión.
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