Terelu Campos no tiene sexo pero no siempre fue así: repasamos sus hazañas más apasionadas
Terelu es una mujer que levanta pasiones allá por donde va. Sin embargo, ya no levanta tantas como antes y, de hecho, lleva meses repitiendo por los platós que no se come una rosca. De hecho, dicho de una manera coloquial, mete menos que su hermana, mujer casada hace poco, y todo parece indicar que hasta su madre (que cumple 76 el mes que viene) contaba con una vida sexual más intensa, al menos hasta que Bigote Arrocet se marchó a sobrevivir a cambio de un sueldazo. Pero como Terelu nos encanta, y estamos seguros de que la castidad forzada llegará a su fin pronto, vamos a recordar los tiempos en los que sí gozaba de la pasión y el sexo. La hija de María Teresa Campos tiene 51 años.
Es difícil discernir las razones que ha llevado a Terelu a esta sequía genital, es un decir, que ella confiesa siempre que puede. Fascina su sonrisa, o que es famosa, o su discurso cultivado y amable. ¿No es para quererla hasta no poder más?
Por los brazos de Terelu han pasado cámaras, periodistas, empresarios, pilotos, toreros y boxeadores. Un plantel nada desdeñable de amores para una de las solteras más adictas a ocupar portadas de revistas del corazón.
Miguel Ángel Polvorinos, cámara (luces y acción no sabemos)
El primer novio conocido de Terelu fue Miguel Ángel Polvorinos, un cámara de TVE al que conoció cuando también trabajaba en la cadena pública. Se enamoraron, estuvieron seis años en un tira y afloja y finalmente se casaron en 1992. Terelu estaba ilusionadísima, quería formar una familia. A los cuatro años se separaron.
Martín Pareja-Obregón, un torero es para siempre
Después de la separación de su primer marido, Terelu volvió a la soltería con energías renovadas. Las revistas, comenzaron a adjudicarle romances: sonaron nombres como Rafi Camino -desmentido por ella- pero fue Martín Pareja-Obregón el que se llevó las dos orejas y el rabo. Iban a fiestas, se escapana por ahí, pero no cuajó el asunto.
El empresario Alejandro Rubio
La presentadora conoció al que sería el hombre de su vida a finales de los 90. Con Alejandro Rubio se casó en 1998 y tuvo a su hija dos años después. Pero cuando llevaban cinco años de casados se divorciaron. Se ven regularmente pero sin derecho a roce.
El rey del 'pim-pam': Pipi Estrada
Comenzaron a salir muy poco después del fin de su segundo matrimonio y se convirtieron en la principal atracción de los paparazzi. Su ya mítico baile con tocamientos, bautizado como pim-pam por Aquí hay tomate, y algunos de sus compañeros de programa, pasará a la historia de la televisión. Y no quedó ahí la cosa. Pipi cambió a Terelu por la ex actriz porno Miriam Sánchez.
Carlos Agrelo, lacón con Agrelos
La relación entre Terelu y el empresario Carlos Agrelo duró poco y supimos menos. Atractivo no era, pero seguro que tenía un sentido del humor apasionante.
Celso García, su hombre-Velvet
No sabemos si se quiso mucho al empresario con nombre de almacenes de moda, pero no acabaron muy bien. Celso García fue el encargado de confirmar la relación a la prensa y también de desquitarse emitiendo un comunicado final donde dejaba a Terelu regular. Tres meses y diez días aseguró que había durado su relación y que fue él quien se personó en casa de su novia para anunciar el fin del romance.
Salvador Pérez, la diferencia de edad no importa
Terelu comenzó a salir con este abogado 16 años menor que ella pero no le funcionó. El asunto de los toy boys no siempre sale bien, pero Terelu nunca se ha quejado de que sus relaciones sexuales con él fueran mal.
Carlos Pombo: aterrízame como puedas
Su relación duró un par de años. El piloto Carlos Pombo la conoció meses antes de que le fuese detectado el cáncer de pecho y estuvo con ella durante la época más complicada. Tan bien acabaron que el piloto sigue siendo su amigo.
José Valenciano, ¡puños fuera!
Nuestra Afrodita se ligó un boxeador fuerte y atlético, un gimnasta. Dos en uno: novio y entrenador personal. Terelu quiso ponerse en forma y conoció a José Valenciano, ex boxeador y entrenador y, entre las mancuernas surgió el amor. La convivencia no funcionó.
Kike Calleja, follamigo reconocido
Su compañero de Sálvame es un amigo con el que de vez en cuando se acuesta. Punto. O se acostaba porque, como ella dice, ahora no se come una rosca.
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