Header Ads

El Yoga de la Risa en las cárceles, la mejor terapia para Iñaki Urdangarin

Gente
Este es el primer años que la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín pasan las Navidades separados. Si el año pasado hablábamos de Navidades aisladas en Vitoria, este año es el de primeras Navidades separados. Desde que ocurriera lo de El Caso Nòos, muchas cosas cambiaron en la Familia Real. Doña Cristina veía como no podía asistir a la cena de Nochebuena en la Zarzuela. Sin embargo, este 2018, con Urdangarin cumpliendo condena la hija pequeña del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, vive unas fiestas con su familia regresando al seno de los borbones.
LA INFANTA CRISTINA Y SU MARIDO IÑAKI URDANGARÍN, NAVIDADES AISLADAS EN VITORIA
Como recordaremos, la sentencia finalmente llegó el pasado 17 de febrero de 2017: Cristina fue absuelta de los delitos principales, y solo tuvo que pagar una multa de 265.088,42 euros. Su marido, por su parte, fue condenado a seis años y tres meses de cárcel por prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos fiscales. Además de una multa de más de medio millón de euros. Con la decisión judicial sus vidas quedaban de alguna forma también sentenciadas.
Durante estos duros y delicados momentos en los que estaba distanciada de su familia, a Cristina siempre le quedaban los Urdangarin. En Vitoria, en la casa de la madre de Iñaki, disfrutarían desde hace años de la Nochevieja con sus hijos. Juntos despedían 2017, siendo un año muy complicado, con la sentencia dictada y, por tanto, con su marido pendiente de entrar o no en prisión.
Cristina e Iñaki seguro que revivirán sus ultimas Navidades juntos donde a pesar del mal tiempo reinante en Vitoria, el matrimonio salía a pasear por los alrededores de la casa deClaire, la madre de Iñaki, equipados para la ocasión con plumíferos, guantes y paraguas. Ahora la realidad, es bien distinta.
Desde junio, el que fuera considerado duque de Palma, cumple condena en la cárcel de mujeres de Brieva a petición suya, donde aseguran que vive ajeno a todo el mundo y que solo le queda su celda y hacer deporte. De hecho, como regalo de Reyes a Urdangarin le han concedido permiso para tener una bicicleta estática para pasar mejor su soledad. Esta petición y permiso viene dada debido a su estatura , según fuentes cercas a que las que hay en el centro penitenciario son pequeñas.
Mucho se ha hablado de si estaba en depresión o no, lo cierto es que una de las mejores terapias que hay dentro de las cárceles -y fuera de ellas que nos iría muy bien a todos- es la risoterapia.
Javier Ruiz Gómez, es Primer Master Trainer de Yoga de la Risa en España, Esperto universitario en Humanización de la Salud y de la Intervención Social, Coach personal y Empresarial y Consejero en Salud Natural. Además de colaborar en los seminarios de Úrsula Calvo de meditación Yo Ahora, el Director del Instituto Español de Yoga de la Risa y de la Risa Saludable, recorre algunas de las cárceles españolas.

¿POR QUÉ ES BUENO EL YOGA DE LA RISA?

¿Por qué es bueno el Yoga de la Risa?
"Porque ayuda de dentro hacia fuera. Trabaja la risa de dentro hacia fuera. Es una técnica que trabaja todos los estímulos", explica durante su intervención en Úrsula Calvo Center. Hemos podido comprobar como es una terapia y en qué consiste y en que, en muchas ocasiones no es tan fácil como uno se cree porque hay que dejarse llevar y hacer fluir la risa porque muchas de estas terapias se hacen en grupo, donde uno no conoce al resto o a casi nadie del grupo y cada uno llega con su problema y con su circunstancia personal.
"Lo importante son los movimientos, dejarse fluir es fundamental. Conocer la libertad"explica el experto en yoga de la risa.
Reírse a carcajadas es fundamental para el yo y tener una mejor actitud ante la vida. El yoga de la risa es una verdadera terapia en las cárceles, donde todos los internos están deseosos de que llegue el día como nos cuenta de viva voz este gallego. Ruiz Gómez habla de los beneficios que tienen para sobrellevar mejor el día a día y cambiar su forma de vivir.
Según Javier Ruiz, el cerebro neesita tan solo 10 minutos de risa al día. Y lo más importante y lo que muchos no saben y es que el cerebro no sabe distinguir si es forzado o causal por lo que reir 10 minutos, aunque no sea espontáneo es una terapia buenísima para cada persona.
No sabemos si Urdangarin la practicará o no, pero lo que sí sabemos ya es de sus beneficios. Así que ya sabes, ¿vas a parar de reir?

No hay comentarios