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Rocío Carrasco, asfixiada por las deudas: rebaja la venta de su finca casi 1 millón de euros

La hija de Rocío Jurado no está atravesando un buen momento. La batalla legal que mantiene con su ex marido y el padre de sus dos hijos, Antonio David Flores, se une a la desesperación derivada de su delicada situación económica. Y es que la esposa de Fidel Albiac no consigue saldar sus deudas con la Comunidad de Madrid y con Hacienda, que le reclaman 965.526 euros y 110.317 euros, respectivamente.
Para hacer frente a estas cantidades, Rocío Carrasco decidió poner en venta la finca El Administrador, situada entre Rota y Chipiona y herencia de su madre. En un primer momento, fijó su precio en dos millones de euros, sin embargo, al no encontrar comprador, ha bajado su coste hasta los 1.200.000 euros, según revela la revistaDiez Minutos.
La finca, que consta de 31 hectáreas y 75 áreas, estuvo embargada por la Comunidad de Madrid en diciembre de 2015, pero tras llegar a un acuerdo, Rocío pudo ponerla en venta por dos millones de euros, con el objetivo de sacar un mayor beneficio para saldar sus deudas. Dada la elevada cifra que Carrasco adeuda, el organismo madrileño aceptó la finca como garantía de pago de aplazamiento.
La propiedad era uno de los lugares más queridos para Rocío Jurado. Allí vivió los años más felices durante su matrimonio con el boxeador Pedro Carrasco hasta su separación en 1989. Tras la muerte de la artista, en junio de 2006, Rocío Carrasco heredó El Administrador, así como otros inmuebles, el patrimonio musical de la cantante y sus pertenencias profesionales y personales.
No obstante, probablemente al no pagar el impuesto de sucesiones contrajo una deuda con la Comunidad de Madrid que se ha ido incrementando con el paso del tiempo hasta llevarla a la difícil situación que vive ahora y que hace unos años le obligó a buscar trabajo en televisión. También le llevó a vender la exclusiva de su boda con Fidel Albiac.
Mientras desea saldar sus deudas con la administración, Rocío vive en una vivienda propiedad de su esposo, que es quien atesora bienes como persona física y como administrador de la empresa Yamaguchi Producciones Artísticas S.L.

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