Ortega Cano preocupado por su próxima boda y por el estado de su hijo

Su próxima boda con Ana María Aldón y su hijo le están suponiendo muchos dolores de cabeza al ex-torero

Los problemas crecen a nivel familiar para Ortega Cano. Su próxima boda con Ana María Aldón ha generado una gran polémica respecto a la que el diestro todavía no se ha pronunciado. Aprovechando el anuncio del enlace, ex familiares y conocidos de la mujer del torero la están poniendo verde. Incluso la familia de Ortega Cano parece estar poniendo continuamente pegas al enlace, llegando a pedir a al ex-torero que firme la separación de bienes antes de contraer matrimonio. Ana María Aldón, que hasta el momento se había mantenido callada, estalló al conocer dicha petición de la familia del torero. Tras estos hechos Ortega Cano ha optado por llevar una vida familiar más relajada y no contestar a los que critican su enlace, pues, según explica 'EsDiario', esto solo desataría más polémica. 

Pero no es este el único problema de Ortega Cano, su hijo también vuelve a suponer una gran preocupación para el diestro, tras anunciarse su matrimonio con Michu. Sin duda, la noticia ha caído como un jarro de agua fría en la familia Ortega Cano. En su opinión, Michu representa esa parte negra del pasado de José Fernando que deseaban que no volviera. Pero al parecer, desde que fue ingresado en el centro psiquiátrico donde todavía se encuentra, el hijo de Ortega Cano ha mantenido el contacto con la que es su pareja y ambos están decididos a formar una familia. Durante estos días el diestro ha tratado este asunto con su hija Gloria Camila, quien, como él, considera que el matrimonio entre su hermano y Michu no sería para nada positivo para José Fernando.

Ahora el joven se encuentra en la parte más crucial de su tratamiento contra las adicciones que está realizando actualmente, y su familia considera que el hecho de que Michu pudiera volver a verlo una vez casados solo supondría un empeoramiento del estado del hijo de Ortega Cano. La segunda fase del tratamiento se iniciará el próximo verano, coincidiendo con la fecha de boda que ha fijado con Michu. Será entonces cuando abandone el centro donde está ingresado para dar paso a una nueva etapa en su lucha contra las adicciones. Aunque tendrá una parte ambulatoria, habrá mucho control y vigilancia porque es necesario que permanezca alejado de los lugares y personas que representen su pasado más negro.